18 junio 2006

¡GRACIAS!

A todos los que me habéis apoyado estos días:

BUSCANDO MI QUESO


En mi incesante búsqueda del libro que me convirtiera en una persona optimista, creo haber encontrado lo que andaba buscando: "¿QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO?".

Hacía ya bastante tiempo que había oído hablar de este curioso librillo (tiene sólo 100 páginas), pero nunca le presté la mayor atención pues tenía entendido que era un libro para empresarios, en plan, "¿cómo sacar más partido a tu negocio?", y aunque seguro que tiene ese cometido , también es un mágnifico libro de autoayuda.

El libro recoge una sencilla fábula en la que dos ratoncitos y dos liliputienses vivían en un laberinto. Para vivir y ser felices necesitaban queso, por eso diariamente emprendían su búsqueda, hasta que un día encontraron un depósito lleno. Durante un tiempo fueron muy dichosos, pero de pronto el queso desapareció. La clave del relato está en cómo cada personaje se enfrenta a la nueva situación.

Realmente es un libro muy bueno. Es sencillo pero conciso y además aplicable a cualquier ámbito de tu vida, ya que para cada persona y para cada momento, el "queso", esa meta que pretendemos alcanzar, es algo distinto. En esas 100 páginas el autor te ayuda de una manera sorprendente a cómo adaptarnos a un mundo en constante cambio.

A mí personalemente me está ayudando mucho, así que os animo a que lo leaís, no os defraudará.

¿QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO? Spencer Johnson. Ed. Empresa activa.

Para acabar reproduzco una cita que aparece en el libro, de la que creo que todos podemos aprender:

La vida no es ningún pasillo recto y fácil
que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos,
en el que tenemos que buscar nuestro camino,perdidos y confusos, detenidos,
de vez en cuando, por un callejón sin salida.
Pero s¡ tenemos fe, siempre se abre
una puerta ante nosotros;
quizá no sea la que imaginamos,
pero sí será, finalmente,
la que demuestre ser buena para nosotros.
A.J.CRONIN

11 junio 2006

TODO SIGUE IGUAL

Aunque continuo bastante bajica de ánimo y no quería convertir mi blog en un deprimente diario, me he venido a un ciber a escribir, porque entre semana me es completamente imposible sacar un huequecillo libre y no quiero dejar abandonado mi rinconcito en la red. Así que los que como yo estén hasta las narices de mis bajoncillos, absténganse de leer este post.

Como es lógico en tres días que han pasado desde mi último post, mi vida no ha mejorado mucho. En el trabajo, pasada la ilusión de los primeros días, ha empezado la cuesta arriba. Cada vez me exigen más y yo cada vez ando más perdida, un desastre. Para colmo, el cansancio pasa factura y mi querida migraña que llevaba toda la semana amenazando con aparecer, hizo su entrada triunfal el viernes, día que ya de por sí era complicado y que obviamente empeoró hasta límites insospechados. Por suerte el finde no me ha tocado ir a trabajar, así que por lo menos he tenido tiempo para estudiar un poquillo, esperemos que sirva para algo.

En casa, bueno... la obra va terminándose; los baños ya están acabados y han quedado preciosos (cuando me traiga de Madrid la cámara digital os los enseñaré); la cocina está alicatada pero hasta el día 20 no traen los muebles, con lo cual los díos en los que no me quedo a comer en la clínica, preparar la comida es una misión imposible. Lo malo es que ahora mis padres han decidido pintar el piso y lijar el parquet, así que aún me quedan unas semanitas finas.

Además este finde ha sido el primero que paso sola; los anteriores han estado mis padres, pendientes de la obra, pero como hasta el miércoles los albañiles no vienen me han dejado solica, y el resultado no ha sido muy bueno. Entre que yo ando como ando y que la casa está tan llena de recuerdos, se me está haciendo muy duro. Él no está , pero su presencia embriaga la casa; al despertarme le creo a mi lado, pero cuando abro los ojos,no está; cuando llego a casa pienso que al abrir la puerta él estará allí esperándome con los brazos abiertos, pero al cruzar el umbral, no hay nadie; nadie se acurruca conmigo en el sofá, nadie me sorprende por el pasillo y me planta un abrazo que me corta la respiración... sólo estamos yo y un millón de recuerdos, y no son una buena compañía...
En fin, ya veis, todo sigue igual.

08 junio 2006

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE

Desde hace un tiempo, he de repetirme ese lema constanteme, " adelante, siempre adelante", lo malo es que por mucho que lo repita no termino por acostumbrarme a mirar la vida con optimismo. Los cambios que insinuaba en el post anterior, acerca de mi vida personal poco a poco empiezan a hacer mella en mi ya de por sí precario estado anímico. Si a eso le uno el cansancio acumulado en la Clínica, el fallecimiento de mi primer paciente y lo agotador que resulta convivir con mi padre, es de entender que no ande por mi mejor momento...


La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)