Puede que resulte un poco plasta hablando sólo de mí misma y de los blogs pero, como dije ayer, estoy entusiasmada con este nuevo "proyecto" y dado que pronto me canso de las cosas prefiero aprovechar al máximo antes de que me aburra de tanta bitácora (ya voy incorporando nuevo léxico, jeje).
Ayer mismo le confesé a ese "amigo muy especial" que había seguido su consejo y había creado mi propio blog. Cuando me pidió la dirección casi me da un patatús. "¡Ni hablar!"-le dije y es que me horroriza pensar que alguien que me conozca lea lo que escribo. ¿Inseguridad, miedo al ridículo? Pues , sí, probablemente ese sea mi problema porque no creo que jamás vaya a contar cosas tan íntimas como para que no quiera que las lean mis allegados, pero me da muchísima vergüenza. ¿Les pasará lo mismos al resto de mis nuevos compañeros?
Hoy le he enseñado mi página y aparte de tratar de convencerme para que me cambie de... ¡no sé cómo se llama!; vamos, lo que quería era que no lo hiciera en blogger ,por motivos que sobrepasan mi conocimiento de informática, pero aparte de eso no ha dicho mucho más. ¡Qué "desaborío"! El caso es que cuando le he pedido que no la visite se ha quedado "pasmao". Según él no tiene sentido que se la enseñe y le pida al mismo tiempo que no la lea, pero para mí sí. Es como el tema de dar las contraseñas a los novios/as que leí el otro día en un blog y que si algún día aprendo a enlazar lo haré. No se trata de que si mi novio me da sus contraseñas le vaya a espiar el correo, sino de que si me las da ,tengo la seguridad de que no me oculta nada. Pues con esto pasa lo mismo; le he dado mi dirección para que vea que no tengo nada que esconder, pero prefiero que no lo lea por el bochorno que siento sólo de imaginármelo.De todas formas, si le conozco tan bien como creo acabará leyendo lo que escribo, eso sí, sin contármelo. Algún día aprenderé a instalar estadísticas o como se diga y seguro que le pillo. Mientras tanto seguiré preguntándome por qué narices le dije que tenía un blog.
Hoy le he enseñado mi página y aparte de tratar de convencerme para que me cambie de... ¡no sé cómo se llama!; vamos, lo que quería era que no lo hiciera en blogger ,por motivos que sobrepasan mi conocimiento de informática, pero aparte de eso no ha dicho mucho más. ¡Qué "desaborío"! El caso es que cuando le he pedido que no la visite se ha quedado "pasmao". Según él no tiene sentido que se la enseñe y le pida al mismo tiempo que no la lea, pero para mí sí. Es como el tema de dar las contraseñas a los novios/as que leí el otro día en un blog y que si algún día aprendo a enlazar lo haré. No se trata de que si mi novio me da sus contraseñas le vaya a espiar el correo, sino de que si me las da ,tengo la seguridad de que no me oculta nada. Pues con esto pasa lo mismo; le he dado mi dirección para que vea que no tengo nada que esconder, pero prefiero que no lo lea por el bochorno que siento sólo de imaginármelo.De todas formas, si le conozco tan bien como creo acabará leyendo lo que escribo, eso sí, sin contármelo. Algún día aprenderé a instalar estadísticas o como se diga y seguro que le pillo. Mientras tanto seguiré preguntándome por qué narices le dije que tenía un blog.
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