23 octubre 2006

UN PULPO EN UN GARAJE


Para variar, vuelvo a estar en una de esas etapas en las que no levanto cabeza. La "mala" vida que llevo desde que empecé a trabajar (mala alimentación, mucho estres, poco descanso) me está pasando factura y cuando no ando con migrañas, el estómago se resiente. Pero el curro no es el culpable de todo. Mi desastrosa vida amorosa, también está haciendo mella. Y así no se puede...Hasta yo, que soy la protagonista de esta historia, estoy aburrida de mis idas y venidas.

Inspirada por el elenco de heroínas modernas que optan por rechazar la seguridad que un "ventajoso" matrimonio ( y no se entienda ventajoso desde el punto de vista econónico) les ofrece, decido acabar con una tortuosa relación de dos años, en busca de un sueño que ni siquiera yo sé en qué consiste; la emoción del momento y la perspectiva de un nuevo futuro prometedor me llenan de fuerza hasta que pasan los días y descubro que aunque tal vez ese futuro pudiera llegar algún día, a día de hoy me siento vacía, triste y desdichada. Me planteo entonces si aquello era tan malo como para haber salido huyendo con tanta prisa; y como la memoria es tremendamente caprichosa sólo me ofrece los buenos recuerdos, haciéndome sentir aún mas desgraciada de lo que ya me sentía.

Entonces, cuando mis fuerzas empiezan a flaquear y la idea de llamarle se hace cada vez más y más presente en mi cabeza, algo extraño sucede. Alguien, a quien había prácticamente olvidado reaparece en mi vida, ofreciéndome el oro y el moro, y una que está más perdida que un pulpo en un garaje, se tira, sin pensarlo, de cabeza a la piscina; pero justo cuando estoy llegando al fondo, me doy cuenta de que la piscina está vacía y el castañazo que me meto es impresionante. Resulta que el oro que me ofrecía no era tal cosa. Era una simple chapita de oro envolviendo un millón de dudas, de incertidumbres y de recuerdos. Con esa perspectiva, y aunque las comparaciones son odiosas, una compara y cuando la balanza se inclina hacia el pasado, me desmorono, porque ya no hay manera de desandar lo andado... y además , si se pudiera ¿es seguro que es eso lo que quiero? ¡VIVA LA CLARIDAD!

Y es que el problema reside en que no sé lo que quiero. Soy un pequeño pulpo encerrado en un enorme garaje... Tengo que sentarme, reflexionar y encauzar mi vida hacia algún punto....

Hasta entonces prometo no volver a tocar este tema, que ya resulta cansino.

5 comentarios:

Toxcatl dijo...

Nena, ya has hecho un intento de recuperar lo de dos años que se ve queno ha ido bien.- Has hecho otro intento con otra cosa del pasado mas pasado y tampoco... ¡mira hacia delante!
Igual tienes al lado a alguien encantador y tu sin darte cuenta, reina.-

Elena dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Elena dijo...
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